diciembre 24, 2020

ES NAVIDAD, EL DIVORCIO PUEDE ESPERAR

La historia

A principios del mes de noviembre llego, al despacho, el trámite de un juicio de divorcio en donde se tendría que decidir de igual forma la guardia y custodia de los hijos de la pareja, ya que ellos no podían ponerse de acuerdo con ese tema. Quizás por la costumbre me pareció un caso más que no representaba ninguna complejidad legal y que seguramente en menos de 6 semanas lo tendría resuelto. Todo marchaba de maravilla, pero las cosas cambiaron cuando a principios de diciembre me toco conocer a los hijos de la pareja, eso sucedió cuando acompañaron a su mamá para firmar unos documentos, era un niño de escasos diez años y su hermanita de 8 años, ambos muy tiernos y con una gran sonrisa siempre dibujada en su cara me preguntaron ¿Abogada ya pusiste tu árbol de navidad? ¿vas a celebrar la navidad con tu familia? Después de que se fueron de mi oficina, me quede pensando mucho en sus preguntas y si habría algo que se pudiera hacer para que esos niños no perdieran la magia de la navidad, máxime que los padres de esos tiernos niños estaban con posturas muy confrontadas. Creo que esto lo deben responder Los Abogados.

Esta historia parecería ser un cuento de Navidad que hemos inventado para nuestro Podcast aprovechando la sensibilidad que dan estas fechas, pero la realidad es que situaciones como estas los vemos continuamente a lo largo del año, casos en los cuales los padres encuentran un inusitado interés por el pleito que antes desconocían y, en su afán de tener la razón, no dudan en pedirle a Los Abogados que hagan todo lo legalmente posible y, a veces hasta más de lo legal, para ganar a toda costa el pleito sin importarles los daños colaterales que puedan causar a sus hijos y familias.

Pero cuando nos enfrentamos a historias similares como la de hoy, optamos por hablar con nuestros clientes y pedirles que consideren hacer a un lado sus rencillas y piensen que finalmente los hijos y sus familias son los menos culpables de su separación, pero son los primeros que tendrán que aprender a vivirla y para ello requieren de su apoyo y comprensión debiendo considerar ante todo el interés de sus hijos y lo que es mejor para ellos, del impacto que esta teniendo en sus vidas poder asimilar de mejor su nueva situación, como lo es dejar de compartir en familia festividades tan importantes como en esta época es la navidad, ya que ellos, los hijos, sin quererlo de repente llegarán a su casa y verán que sus rutinas han cambiado, que ahora es inevitable la ausencia de alguno de sus padres, muchas veces sin saber por qué, sin saber la razón de que las navidades dejaron de ser fiestas familiares.

En muchas ocasiones logramos que los padres entiendan que, aun de todas las cosas que los separan, siempre tendrán un “interés común” en sus hijos y que este valor les debe permitir ser capaces de tomar de manera conjunta los mejores términos de su divorcio, los acuerdos para los regímenes de visitas y convivencias, pago de alimentos y su desarrollo educativo, más allá de los meros paliativos como lo son regalos, interés repentino en sus actividades y distracciones, que buscan suavizar en forma momentánea el dolor que causa ya no ver a sus padres juntos.

Todos los procesos de divorcio y separación, o mejor dicho, todos los procesos de familia (porque son familias las que se encuentran en ese proceso judicial, y lo seguirán siéndolo después de una sentencia) son complejos, son como un rompecabezas en el que hay que ensamblar a veces cientos de piezas, que para lograrlo se requiere no sólo la disposición de la expareja, sino de un gran trabajo de su parte que con el apoyo de abogados, sicólogos, terapistas, trabajadoras sociales y jueces, lograrán ir embonando cuidadosamente cada pieza, sin forzarla, sin prisas, dándole a cada una de estas la importancia en su individualidad y como parte del conjunto, evitando que alguna se pierda o quede dañada por intentar acomodarla a la fuerza en el lugar equivocado.

En Los Abogados pensamos que toda familia donde hay hijos y no obstante ello que se ha roto o vuelto disfuncional, debe tener la oportunidad de reconstruirse en base a un nuevo acuerdo, uno que se debe lograr entre ambos padres sin forzar las situaciones, sin el ánimo de ganar un juicio sólo por para demostrar ser superior, ya que esta es una de las mejores maneras para llevar un proceso de divorcio, el cual no sólo debe servir para finiquitar el vínculo matrimonial, sino también para recomponer las relaciones familiares más que acabarlas.

Y no se trata de que nosotros Los Abogados funjamos como reconciliadores de pareja, pero tampoco podemos ser los arietes con los cuales se acabe de destruir un matrimonio y familia, por el contrario, debemos a veces ayudarles a dar el primer paso para que puedan ver nuevas alternativas en la solución de sus conflictos, anteponiendo a sus intereses los de la pieza más importante de ese rompecabezas, e incluso de sus vidas: Los hijos.

En Los Abogados creemos firmemente que, en la medida que los padres logren hacer a un lado su ego, y en vez de ello puedan recordar que la familia que formaron fue producto de sus sueños y un proyecto que un día compartieron, podrán construir mejores acuerdos legales para el bienestar de sus hijos ya que ellos son la amalgama que los seguirá uniendo de por vida.

Y claro que el divorcio puede esperar para después de navidad, para después que se hayan superado las heridas y desencuentros, porque tiempo siempre habrá para un proceso judicial tan rápido, que al menos en México sólo lleva un máximo de 3 meses; por ello es mejor que las parejas consideren que la nueva relación familiar se debe reconstruir con sumo cuidado, sin forzar las situaciones, dejando cimientos sólidos y resolviendo las disputas que a la postre puedan dar pie a malos entendidos, pero dando tiempo a los hijos para que se acomoden a esa nueva estructura. Los Abogados estamos para ayudar a construir los mejores acuerdos legales en base al dialogo, no para destruir relaciones en base a argucias legaloides.

Hasta aquí dejamos este capítulo y antes de despedirme, en nombre de todo el equipo que conforma a Los Abogados, te quiero desear que pases una feliz navidad y que disfrutes a tu familia, a tus hijos, a tus padres, a tus hermanos, a tus abuelos y a todos aquellos que forman parte de tu vida.

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Autor de este artículo:
Enrique Rueda Santillán.
Maestro y Licenciado en Derecho
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