¿ES DELITO MATAR A UN MUERTO?
Cecilia
estuvo casada 10 años con Mario. Al principio todo marchaba muy bien pero en
los últimos años fue maltratada física y emocionalmente por Mario. Cecilia
cansada de esta situación una noche mientras Mario dormía profundamente decidió
tomar una pistola que su marido guardaba y le disparó en la cabeza. Minutos
después Cecilia llama al #911 para informar de lo sucedido y entregarse a las
autoridades. Al realizarse la autopsia de ley, se determina que Mario había
muerto de un infarto horas antes mientras dormía y previo a que Cecilia le
disparara. ¿Mato al muerto?
Para resolver los casos de delito imposible, deben distinguirse dos
hipótesis:
a) Delitos imposibles en
que el agente emplea medios idóneos para la consumación, siendo ésta
irrealizable materialmente por circunstancias del todo extrañas, por ejemplo:
una persona que dispara su arma de fuego (medio idóneo) contra persona muerta a
quien creía viva; como en esta hipótesis el homicidio imposible lo es por
causas totalmente ajenas al agente, el hecho debe ser clasificado y punible
dentro del grado de tentativa.
b) Delitos imposibles en que el agente emplea
procedimientos indudablemente inadecuados para obtener la consumación, como
cuando una persona, deseando privar de la vida a otra, por su rudeza o
ignorancia le propina sustancias inocuas o utiliza exorcismos; esta hipótesis
no debe punirse ni incluirse dentro del grado de tentativa, porque la
inconsumación del propósito se debe al empleo de medios tan torpes y
equivocados, que de modo racional no pueden calificarse de "hechos
encaminados directa e inmediatamente a la realización de un delito",
porque su ejecución a nada conduce.
Atendiendo a las mencionadas hipótesis, estimo que Cecilia se trata de
una verdadera delincuente que puede causar daños graves, a diferencia de la
segunda hipótesis en donde se trata de una persona quizás moralmente
corrompida, pero que no representa ninguna peligrosidad por su falta de
adecuación criminal. La no punibilidad de la tentativa inacabada por causas
propias de la voluntad del agente, se justifica por razones de política
criminal favorecedoras del desistimiento.
Para emitir mi opinión, me apoye en la siguiente tesis, pero la mejor opinión la tienes tu, te quiero leer.
Autor de este artículo:
Enrique Rueda Santillán.
Maestro y Licenciado en Derecho
El contenido de este artículo es
propiedad de su autor
queda permitida su reproducción total o parcial siempre y cuando
se cite fuente y autor